El romanticismo siempre parece haber sido un ingrediente fundamental de cara a enamorar a una chica… pero, ¿es realmente así?
Para entender el impacto que puede tener el «ser más romántico» en una relación o interacción con una chica debemos primero entender el por qué y, para ello, tenemos que conocer cómo funciona la estrategia reproductiva femenina a nivel evolutivo: la hipergamia.
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ToggleLa estrategia reproductiva femenina y las ideas románticas.
Antes de empezar a hablar de romanticismo, debes entender el concepto de hipergamia y cómo funciona.
Llamamos hipergamia a la estrategia reproductiva femenina desde un punto de vista biológico y evolutivo. Esta estrategia «se optimiza» mediante la consecución de dos objetivos principales:
- Consecución de la reproducción con la mejor opción genética posible.
- Consecución del mejor provisionamiento y asistencia posible.
Es decir, desde un punto de vista evolutivo y biológico la idea es reproducirse con la opción que tiene mejor genética y conseguir alguien especial que la asista y la provea de todo lo que pudiera necesitar.
Sin embargo, estos dos objetivos no necesariamente coinciden en un solo hombre, generando la dicotomía tan conocida entre el «chico malo» y el «chico bueno».
Vamos a ver qué representan cada uno de ellos y cómo los perciben las mujeres.
El chico bueno y el chico malo
Existen dos figuras masculinas predominantes en la percepción femenina, dependiendo de cuál de los dos objetivos de su estrategia reproductiva optimice mejor:
- El «alfa» (conocido socialmente con el estereotipo de chico malo): Representa atracción y aventura pero no necesariamente estabilidad a largo plazo. Este es el típico hombre del que siempre se quejan pero con el que siempre vuelven.
- El «beta» (conocido socialmente con el estereotipo de chico bueno o calzonazos): Proporciona cuidado y apoyo incondicional pero puede carecer del misterio y la chispa que genera atracción. Pasan tiempo con él pero a la hora de la verdad, lo rechazan y/o lo llevan a la friendzone.
Habitualmente, el hombre que «optimiza» mejor el primer objetivo de la hipergamia (referente a la reproducción) no es el que constantemente está pendiente de ella, mostrando excesivo cariño o llevando a cabo acciones que podríamos asociar al «romanticismo tradicional».
Es decir, nunca verás al chico malo llevando flores, haciendo caricias y siguiendo a rajatabla el rol del romanticismo clásico.
Sin embargo, éste es el hombre por el cual ella tiende a estar más presente, mostrando afecto y realizando dichas acciones románticas tradicionales.
Por otro lado, el hombre que «optimiza» mejor el segundo objetivo de la hipergamia (relacionado con la provisión y la estabilidad a largo plazo) no suele ser el típico chico aventurero, impredecible y que brinda emociones fuertes y misterio.
Más bien, este tiende a ser más estable, reflexivo y es el que invierte más tiempo y esfuerzo en la relación. Y, además, a menudo es tildado de “aburrido”.
Sin embargo, la estrategia reproductiva femenina busca ambos objetivos por lo que lo ideal es que estos dos aspectos se combinen en ti a la hora de pensar en cosas románticas para hacer con tu pareja.
La forma de llevarte estos conceptos a la práctica en una relación con una chica es pensar en ambos objetivos como un acelerador y un freno, donde el romanticismo y el valor (así es como llamamos a todos los aspectos de ese primer objetivo de la hipergamia) juegan papeles opuestos.
Estoy seguro de que alguna te ha pasado que cuanto más atento eres con una chica y más esfuerzo e interés pones en la relación para hacerla feliz y mantener la paz en tu relación, menos ganas parece que tiene ella de que todo salga bien.
Lo que está pasando ahí es que te has pasado de frenada.
Y, por otro lado… ¿No te ha pasado que cuánto más distraído has estado de una relación en favor de otros aspectos de tu vida más atenta e interesada ha estado la chica?
Ahí has acelerado.
El equilibrio entre ambos es crucial para mantener el interés, la atracción mutua y disfrutar de relaciones más sanas y estables.
Además, debes tener en cuenta otra cosa:
Muchos hombres creen que siendo una persona romántica van a conseguir despertar la atracción de la chica que les gusta y, por tanto, su forma de despertar deseo en ella es mediante gestos románticos continuos.
¿Cuál es el problema? Que cuando actúan así, la percepción de la chica es que ella es el premio y que ese hombre está necesitado y esforzándose al máximo por conseguir su interés, lo que le hace quedar en mala posición.
Como resultado, ella acaba viendo al pobre romántico como el osito achuchable y buscando a otros para compartir aventuras y momentos más íntimos.
Pero.. ¿Qué es ser romántico?
Ser romántico no es simplemente hacer gestos clásicos de amor. Hay dos consideraciones vitales:
- No todo momento es apto para el romanticismo.
- El exceso de gestos románticos puede contrarrestar la atracción, llevando a la chica a que te perciba necesitado o con bajo valor.
Me explico.
Los gestos del «romanticismo clásico» se basan en realizar acciones que te hacen de menos a ti para hacerla de más a ella.
Ya sabes, lo típico de “ponerla en un pedestal” (seguro que has oído esa expresión muchas veces) o eso de “qué afortunado he sido por haberla encontrado” y otras formas de expresar tus sentimientos excesivas y abrumadoras.
Pues bien: ninguna de estas dos ideas te convierte en un hombre romántico sino más bien en un hombre arrastrado y necesitado por una mujer que desea conseguir así una relación de amor.
Y esto puede hacer incluso que la chica se plantee por qué te ha elegido a ti si estás demostrando de alguna manera que eres “menos” que ella.
Además, puede hacerla pensar en todos esos chicos que son «más» y por los que ella tiene que competir por su atención haciendo que acabe buscando fuera de la relación a este perfil ya que no lo encuentra dentro de la misma.
Por eso, antes de intentar ser romántico piensa en qué lugar te va a dejar esa acción y, una vez valorado este aspecto, sorprende a tu pareja con algo que no se espere y se salga de lo tradicional.
Gestos románticos apropiados
Entonces, ¿cuáles son los gestos románticos que sí te pueden ayudar a la hora de relacionarte con la chica que te gusta?
Todos los que estén proyectando protección de tu parte hacia ella, es decir, los que demuestren que te preocupas por su bienestar sin llegar al punto de arrastrarte por ella.
Te pongo un ejemplo:
Imagina que ella tiene un examen muy importante.
Te aseguro que ella va a valorar y apreciar mucho más el hecho de que la llames unos minutos para preguntar qué tal le ha ido que el hecho de que le envíes varios mensajes «empalagosos» con emoticonos de corazones tipo: «ánimo que tú puedes con todo porque eres la mejor mujer que he podido conocer y te quiero con toda mi alma«.
¿Por qué? Porque en el primer caso estás proyectando confianza, preocupación, interés genuino y protección mientras que en el segundo caso te estás comportando como la chica en la relación.
Escucha a tu pareja para saber lo que de verdad le preocupa en lugar de pensar cuántos corazones ponerle en un WhatsApp.
En resumen, algunos detalles del día a día efectivos para ser más romántico sin pasarte son:
- Interesarse por eventos o acontecimientos importantes en la vida de tu mujer.
- Preguntar sobre un familiar o sobre ella misma cuando está ante una situación médica o similar.
- Ofrecer compañía en situaciones que le causen incomodidad o nerviosismo.
- Gestos donde proyectas un rol resolutivo ante cualquier circunstancia o problema que surja de forma que ella vea que no te ves «superado por la situación».
- Gestos donde proyectas un rol de protección ante cualquier circunstancia o problema y que ella interpreta como que «contigo está a salvo».
Date cuenta de que todas estas acciones, que se pueden considerar detalles románticos para tu pareja, sirven para que ella te considere como un hombre que está por encima de las circunstancias y que la puede apoyar y proteger.
Es decir, hacen que en la relación de pareja ella se sienta afortunada por tenerte a ti y no al revés.
Todas esas cosas que siempre te han dicho que son románticas (enviar mensajes cursis, regalar bombones, escribirle poesías, decirle todo el tiempo que es la persona que amas, organizar un San Valentín excesivo…) te dejan en una situación de inferioridad y la ponen a ella por encima de la situación.
Tenlo en cuenta cuando estés pensando en cosas románticas que hacer con tu pareja o con la chica con la que estás saliendo.
¿Cuál es el problema? Que, como te decía al principio, las mujeres, debido a la hipergamia, no quieren tener a su lado a un hombre en una situación inferior sino al revés: quieren un hombre al que poder admirar y que ha elegido estar con ella, tener esa sensación de privilegio.
El romanticismo bien entendido es aquel que combina gestos de cariño con una actitud de fortaleza y seguridad, por eso ten cuidado a la hora de recibir consejos de pareja sobre el tema.
El equilibrio entre ser protector y mantener la atracción es esencial para relaciones saludables y duraderas.
Las mujeres, desde una perspectiva evolutiva, buscan a alguien que sea capaz de ofrecer tanto amor como seguridad.