Warning: Obviamente en un artículo de 5 minutos de lectura NO vas a conseguir salvar tu relación de pareja pero sí que vas a entender mejor la dirección a seguir.
No obstante, si realmente quieres aprender a cómo convertirte en un hombre más atractivo e interesante para las mujeres y para esa relación en particular, he preparado un curso gratuito que te enseña justo lo que necesitas saber.
Aclarado esto:
Hay una pregunta que se repite en muchos hombres que han pasado por rupturas, relaciones frías o momentos de duda:
¿Es posible recuperar una relación si he perdido el respeto o el deseo de mi mujer o novia?
“Sobre el papel”, a nivel teórico, la respuesta es un rotundo sí.
Sin embargo, en la práctica, a veces es demasiado tarde. Pero no porque sea imposible de reparar, sino porque no se entiende bien qué fue lo que se rompió realmente.
Para entenderlo, hay que empezar desde el principio y comprender por qué se rompió en primer lugar y qué aspectos por tu parte hacen que una relación se apague o se mantenga más encendida que nunca.
Índice
Toggle¿Por qué se daña la relación con mi mujer?
Debes tener en mente que hay una serie de actitudes que te hacen menos atractivo o deseable para una mujer y otras que te hacen más interesante.
La explicación desde la biología evolutiva y la psicología femenina del porqué esto es así se encuentra en la estrategia reproductiva femenina o hipergamia de la mujer.
Uno de los errores más comunes que cometen muchos hombres es pensar que un hombre es “atractivo” o no, de forma fija. Pero la realidad no es tan simple: puedes empezar una relación siendo atractivo y dejar de serlo a medida que avanza.
Desde la Red Pill los llamamos comportamientos alfa o comportamientos beta. Lo que define tu marco en una relación es qué proyectas como tendencia.
(Obviamente “alfa” o “beta” es una forma coloquial de aterrizar algunas actitudes. No son personalidades como tal).
Y la mayoría de los hombres cometen el mismo error una y otra vez: entrar en una relación desde un marco “beta”
¿Por qué si lo he dado todo con mi mujer, ella no me desea?
Cuando entras en una relación mostrando demasiado cuidado, demasiada entrega, demasiada necesidad… puedes pensar que estás haciendo lo correcto, que estás siendo bueno, presente, atento. Pero eso no despierta deseo.
¿El motivo científico? La estrategia reproductiva femenina.
Lo que despierta deseo es el marco masculino claro: seguridad, dirección y autoridad emocional.
Pero eso no es lo que dice ella… ¿verdad?
Ya.
Las mujeres te van a decir que les gusta un hombre atento, cariñoso, detallista, romántico…
Pero cuando analizas su comportamiento de cerca te das cuenta que la realidad es “ligeramente distinta”.
Por eso cuando comienzas cediendo constantemente, provocas actitudes por su parte de: insatisfacción, conflicto, dramas, peleas, exigencias “sin sentido”, etc.
Estas actitudes son lo que desde la Red Pill se conocen como “test” o “pruebas de congruencia de las mujeres”.
Estas actitudes de tu mujer son su manera inconsciente de calibrar si está tomando la mejor decisión avanzando contigo o no. Y cuando no los superas, solo generas más.
“Las mujeres quieren un hombre masculino que sea capaz de conectar con su lado femenino”. (Pista: NO)
Uno de los mayores mitos (y una convención social por cierto) promovidos por Carl Gustav Jung es el de pensar que hombres y mujeres tienen energías femeninas y masculinas respectivamente.
Esto nos lleva a una confusión muy común que ha venido de algunas corrientes clásicas de la seducción: creer que debes ser 50% “alfa” y 50% “beta” para “equilibrar”. Que por muy “hombre” que seas, debes conectar con tu lado femenino.
Pero esto no funciona así.
Si te presentas como alguien ambiguo, sin que ella sepa bien si estás más en un marco alfa o beta, vas a multiplicar los tests por su parte.
Recuerda que los test (o shit test en una mujer) son ese mecanismo evolutivo que una mujer “usa” para identificar en qué punto estás. Y si no sabe determinar con claridad en qué punto estás: te testeará sin parar.
¿Quiere esto decir que debes ser un machirulo de pelo en pecho bruto que parece más un chimpancé que un humano?
No.
Pero mantén siempre una proporción que tienda más a ese lado “alfa” para que no haya dudas.
Esto te permite mostrar humanidad, cercanía o incluso romance cuando toca, sin perder el marco ni ponerte en la cuerda floja.
Entonces… ¿Se puede recuperar una relación rota?
Depende de cómo de “rota” esté tu relación.
He trabajado con cientos de hombres en los últimos 5 años y he visto casos donde sí y casos donde no. Y el factor clave es determinar cómo de desgastada está esa relación.
Cuando llevas tiempo en pareja y has ido cediendo terreno poco a poco, ella te ha ido midiendo. Ha visto tu lado más débil. Te ha visto rogar, justificarte, suplicar afecto. Ha aprendido que puede desafiar tu marco e imponer el suyo.
Piensa en una metáfora con un coche que se rompe:
El coche no se rompe de la noche a la mañana. Tu relación tampoco.
Al principio, todo bien.
Pero empiezas a ceder y ella empieza con test sutiles (ese ruidito en el motor que apenas se escucha si no prestas atención).
Tú no haces nada.
Luego llegan los tests más obvios (la luz del salpicadero que indica que algo debes revisar).
Tú no haces nada.
Y al final, el coche se rompe.
Ese es el momento en el que muchos preguntan:
“¿Se puede arreglar?”
Si no dejas de ser el mismo hombre, no. Porque ella ya te conoce. Ya te ha tomado las medidas. Ya te ha ganado la espalda cientos de veces y sabe cómo ponerte en tu sitio de nuevo.
Por eso, la única forma de recuperar algo parecido al respeto y al deseo es romper el patrón por completo.
Tienes que desaparecer de ese entorno donde ella ya sabe que tiene el control. Y durante ese tiempo, reconstruirte como hombre. No para recuperarla. Sino para que, si algún día vuelves a coincidir, seas tan distinto que no pueda reconocerte… en el buen sentido.
Conclusiones: Como recuperar una relación después de tanta pelea
Una relación no se rompe de golpe. Se rompe poco a poco, cuando dejas de comportarte como hombre atractivo, dejas de liderar, dejas de marcar el tono. Y sin darte cuenta, conviertes a esa mujer en tu madre y tú pasas a ser el niño que pide permiso por todo.
El deseo no sobrevive ahí. La admiración o el respeto, tampoco.
Por eso, si quieres mantener viva una relación, o reconstruirla si ya está rota:
Tienes que entender cómo funciona la atracción en las mujeres, qué les despierta el deseo y qué les genera rechazo, cómo funciona la naturaleza y psicología femenina, etc.
No basta con ser un buen tipo. No basta con querer que funcione. Tienes que saber subcomunicar que eres el tipo de hombre que ella desea seguir voluntariamente, no controlar emocionalmente.
Y eso sólo se consigue cuando entiendes a las mujeres.