Te seré directo:
A una mujer que “le gustas” puedes dejar de gustarle.
¿Por qué?
Porque la atracción en las mujeres no es algo “fijo” sino variable en función de lo que percibe de ti en cada momento y de la imagen general que tenga sobre ti.
¿Porque lo diga yo?
No.
Porque cuando entiendes cómo funciona la estrategia reproductiva en la mujer, te das cuenta de que la atracción no es algo mágico sino biológico.
Por tanto, cuando una mujer a la que, a priori, le gustabas, te rechaza es porque tu forma de comportarte con ella ha provocado que dejes de gustarle.
¿Solución?
Aprende cómo ser un hombre más atractivo e interesante para las mujeres y podrás disfrutar de más y mejores relaciones con ellas.
Ahora bien.
Muchas corrientes de seducción clásica te venden una explicación diferente sobre ciertos tipos de rechazo.
Estoy hablándote del famoso “Factor Fulana”.
Te han contado que el factor fulana o FF es un obstáculo que impide que una mujer avance o escale contigo cuando ella siente que puede ser vista como “fácil” o “poco selectiva”.
Según esta (pseudo)teoría cuando este supuesto “mecanismo psicológico” se activa, ella detiene los avances contigo en la interacción para proteger su imagen. Ya sea ante ti, ante otros o ante ella misma.
Pero ¿y si te dijera que ese factor no existe como tal, que no existe ningún “mecanismo” así en la psique femenina?
¿Y si te dijera que usarlo como excusa solo te está impidiendo ver lo que de verdad falla en tu juego?
Vamos por partes.
¿Qué es el supuesto “factor fulana”?
Según los gurús de la seducción el factor fulana es el mecanismo psicológico que hace que una mujer se sienta mal al percibirse (o ser percibida) como fácil o poco selectiva sexualmente.
El factor fulana puede ser externo, interpersonal o interno, según ella sienta que otros, tú o ella misma respectivamente, la perciben como fácil o poco selectiva.
Es un concepto antiguo que proviene del ASD (Anti-Slut Defense) de Mystery y que en España se popularizó como “FF o factor fulana”.
Según esta teoría, si avanzas demasiado rápido o le dejas a ella el peso de la escalada, es probable que ella te frene por no querer parecer “una fulana”. De ahí, la conclusión clásica de “ir despacio para no activar alarmas”.
¿Suena bien, no? Pues es un mito.
Porque cuando una mujer que parecía interesada en ti, te rechaza y no avanza contigo, el problema casi nunca es ese.
Entonces… ¿por qué me coquetea pero me rechaza?
Por dos motivos muy distintos al que te han contado:
- Tu juego no es sólido (aka tu comportamiento NO es atractivo).
No estás proyectando valor. Estás actuando desde la necesidad, desde la torpeza o desde la falta de experiencia. Y eso se nota.
Cuando invitas demasiado pronto a tu casa, cuando te pones tenso, cuando avanzas sin que ella haya mostrado señales de interés claras… no estás activando ningún mecanismo protector evolutivo, simplemente estás perdiendo atractivo.
El error que cometen la mayoría de hombres que entran en la “seducción clásica” es justamente que:
En lugar de analizar qué señales estás enviando (o dejando de enviar), prefieren decir que fue “el factor fulana”. Pero eso solo encubre el verdadero fallo: ella NO te percibe como un hombre atractivo ni deseable.
- No eres su plan A (y te manda al banquillo).
Cuando una mujer te coquetea, te mantiene cerca, te muestra interés, te escribe… pero no avanza, es muy posible que seas su plan B (o como nosotros lo llamamos, un orbitador).
De hecho el que ella te verbalice que “no quiere sentirse fácil” o que en la sexta cita te diga que “prefiere ir más despacio para tener más confianza” son solo excusas para mantenerte ahí, disponible, pero sin comprometerse.
¿Por qué?
Porque ella tiene otros hombres que percibe más atractivos y que le ocupan toda su atención.
Tú estás en la lista de espera.
Por eso te lanza señales, te manda interés pero te pone freno: porque no quiere perderte, pero tampoco quiere apostar por ti… todavía.
Los gurús de la seducción vieron este fenómeno y, sin entender la naturaleza femenina, dijeron que debía ser porque no querían verse fáciles ni poco selectivas.
Vieron que tenía “sentido” porque en realidad una mujer fácil o poco selectiva siempre había sido “castigada” y presionada socialmente…
…y le pusieron un nombre bonito: Factor Fulana.
¿La realidad?
Ellos están en lista de espera tan contentos (e ignorantes) mientras ella se decide con otras opciones más atractivas. Después recogen las sobras.
¿Pero entonces no existe ninguna presión para no parecer “fácil”?
Te lo vendían como una presión evolutiva como que el Factor Fulana era un mecanismo que había evolucionado en la psicología femenina.
Es falso.
¿Existía presión?
Sí. Presión SOCIAL.
Pero a día de hoy… mira a tu alrededor.
No hace tanto, Lily Phillips (una creadora de contenido para adultos) hizo un reto de acostarse con 100 hombres en 24 horas.
Reto que se hizo viral en el mundo entero.
¿En serio sigues creyendo que, de verdad, el Factor Fulana es un mecanismo que ha evolucionado durante miles de años y que forma parte de la psique femenina?
Jajajaja
Existía presión social hacia las mujeres con un comportamiento promiscuo. Por supuesto.
Pero esa presión social no era más que una convención social masculina impuesta por una sociedad basada en la masculinidad tradicional para amortiguar los “estragos” de la hipergamia.
Hoy en día esa presión social no existe y, por tanto, tampoco existe el dichoso FF.
De hecho ni siquiera tenemos que basarnos en datos actuales.
Incluso en las culturas donde la promiscuidad o el adulterio se penaliza con la muerte, el adulterio sigue existiendo. Eso no es “factor fulana”, eso es hipergamia en acción.
Cuando una mujer percibe que está ante un hombre deseable, de alto valor, la atracción pesa más que la presión social. La hipergamia no desperdicia oportunidades. Y si tiene que romper sus propias reglas, lo hará.
Entonces, ¿Qué pasa cuando una mujer me rechaza?
Sencillo:
Si intentas avanzar y todo fluye, si ella te lo pone fácil y toma iniciativas: eres su plan A.
Pero…
Si te frena, si te dice que “ahora no”, si se muestra ambigua o confusa: o no hay atracción suficiente o no eres su prioridad. Punto.
Y en ambos casos, la solución es la misma: mejora tu juego. Aprende a ser un hombre atractivo e interesante para las mujeres.
Por tanto, no te engañes:
El “factor fulana” no es más que una excusa reciclada de otros tiempos. Hoy sabemos más. Hoy tienes acceso a más herramientas, más conocimiento y más verdad que nunca.
Si ella no avanza, no es porque no quiera parecer fácil.
Es porque no te ve como alguien que valga la pena saltarse sus propias normas.
Recuerda esto:
“Una mujer crea reglas para un beta… y las rompe por un alfa”.