La mayoría de hombres arruinan la primera cita antes incluso de que empiece.
Van con mentalidad de “a ver si le gusto”, como si la cita fuera una entrevista de trabajo donde ella tiene el poder de aprobarlos o descartarlos.
Y esa mentalidad —la de buscar aprobación— es la receta perfecta para que el deseo muera antes del primer café y empezar el partido 0-1.
La primera cita no es una evaluación. Es un filtro. Pero no para que ella te elija, sino para que tú decidas si ella merece formar parte de tu vida.
Y si vas con esa mentalidad, no solo proyectarás seguridad, sino que te sentirás libre, relajado y atractivo.
Preparación Antes de la Cita
Antes de una primera cita hay un par de cosas que debes tener en mente si quieres empezar el partido con un 1-0 a tu favor.
Mentalidad atractiva: lo que debes proyectar
Verás.
El mayor error de un hombre en una primera cita no es hablar demasiado, ni vestir mal. Tampoco el no saber qué hacer.
El mayor error es ir con una actitud de necesidad. Como si llevaras 5 años en el paro y todo tu presente y futuro financiero dependiera de que te saliera bien esa entrevista de trabajo.
Esta es la antítesis de un hombre atractivo.
En cambio, tu actitud debe ser más simple:
“Estoy aquí para pasarlo bien, conocerte y ver si podemos encajar”.
Esa mentalidad es la que cambiará por completo cómo te mueves, cómo hablas y cómo la miras.
(Recuerda que las mujeres no se sienten atraídas por lo que dices, sino por cómo te perciben).
Y de todo lo que puedes proyectar, hay 3 cosas que son claves en una primera cita:
- Tranquilidad: no intentas impresionar, disfrutas y te diviertes.
- Dirección: tienes un plan claro, no improvisas ni lo dejas todo “en ella”.
- Desapego: no te importa el resultado, te importa la experiencia.
Un hombre atractivo e interesante para las mujeres no busca gustar a una chica, simplemente evalúa si esa chica le encaja.
Ahora bien, dicho esto hay algo importante que aclarar que he visto varias veces en mis consultas privadas y mentorías:
Hay que diferenciar entre que una chica tenga una actitud que no te encaja…
…y no ser capaz de generar una actitud positiva en una chica.
Muchos hombres hoy día no tienen ni la más remota idea de cómo generar atracción, despertar el interés o establecer una dinámica divertida con una mujer.
Todo su juego se reduce a:
- Ir a la cita con la camiseta más apretada posible para marcar bíceps.
- Dárselas de importantes diciendo que tienen muchos proyectos o dando a entender que están bien posicionados laboral o económicamente.
- Y llamar a las mujeres flipadas solo porque no aceptan la oferta de abrirse de piernas a cambio de un “hombre de alto valor” como ellos.
Mientras tanto, un tío con un físico menos musculado y menos “ceros” en su cuenta bancaria pero:
- Que tiene una actitud divertida y distendida.
- Sabe cómo despertar el interés y la atracción en una mujer.
- Y sabe cómo avanzar a algo más cuando la chica está “encantada”.
Va a tener muchos más resultados y va a ser capaz de descartar actitudes que no encajan con él de manera más fiable.
Esto es importante recalcarlo porque vivimos en la era del todo es culpa del de enfrente.
Los hombres que no saben cómo funciona la naturaleza femenina y cómo jugarla a su favor, sólo porque están un poco en forma y tienen un buen trabajo se posicionan a sí mismos como “alto valor” y, cuando la cita no va bien, siempre culpan a que la mujer es X Y Z.
Y ojo, no digo que nunca sean ellas las responsables de una mala cita. Digo que cuando todas las citas o interacciones te van mal por culpa de ellas… quizá es un buen momento para pensar que el denominador común de todas esas interacciones eres tú.
Aclarado esto pasamos al siguiente gran punto que más “destruye” las citas antes de empezar:
Cómo elegir el lugar adecuado
El lugar comunica más que tus palabras porque establece el marco y la dinámica en la que se va a desarrollar toda la cita.
Hay tres errores clásicos que hace que una cita no se dé o se dé sin que ocurra nada con una probabilidad muy alta:
- El primero invitarla a una cena formal.
Sí, lo sé. Sé que, en según qué culturas, la chica espera que la invites a comer o a cenar.
Pero también sé que la mayoría de las chicas que SOLO quedarían contigo si las invitas a comer, son chicas que, de base, no tienen un deseo genuino por ti sino que las mueve el interés.
Y una chica interesada es uno de los mayores peligros de un hombre hoy día.
Al final piensa que una cena o una comida te ata a una mesa durante horas y el nivel de inversión por tu parte es muy alto.
- El segundo, llevarla al cine.
¿Quién va al cine en pleno 2026?
Bueno pues aparentemente algunos hombres piensan que ir al cine es una buena idea para una cita.
A parte de ser lo más cliché del mundo y parecer que vas a hacer la de estirarte a mitad de la película para pasarle el brazo por encima de la forma más creepy posible…
…es una de las ideas más estúpidas posibles para una primera cita.
¿El motivo?
Estás bloqueando 2-3 horas de tu cita sentado mirando una pantalla sin apenas poder hablar, miraros ni tocaros.
- El tercero, invitarla a tu casa “a ver una peli”.
A ver, no me malinterpretes con esta.
Quedar para ver Netflix es una de mis ideas favoritas para una cita.
Pero SOLO cuando previamente hay un nivel de interés y atracción adecuado para ello.
Invitarla directamente cuando no has generado ni calibrado ni el interés ni la atracción necesaria, es tirarte al vacío y telegrafiar a la chica que estás desesperado.
Vale, ya sabemos dónde no ir.
Pero… ¿Cuáles son entonces los mejores lugares para una primera cita?
- Cafeterías pequeñas o bares tranquilos.
- Paseos por zonas con ambiente.
- Actividades ligeras que no impliquen mucha inversión.
- Cualquier otro lugar en el que puedas moverte, hablar y crear complicidad.
Recuerda que lo importante no es tanto el plan, sino que tú lideres la experiencia y la utilices para generar atracción y evaluar si esa chica te encaja o no.
Aclarados los pasos previos, vamos a otro punto crítico:
Qué hacer durante la cita
Bien, ya estás ahí. Te has preparado, te has arreglado y estás yendo hacia el punto de encuentro.
¿Qué hacemos ahora?Varios puntos a tener en cuenta: tu lenguaje corporal, los temas de conversación de los que hablar y los silencios y tensiones que se puedan generar.
Lenguaje corporal y presencia
Tu lenguaje corporal va a comunicar tu marco mucho más que cualquier frase que digas.
- Tener una postura corporal abierta, evitando brazos cruzados o cuerpo encogido.
- Mantener un contacto visual firme, sin necesidad de tener que sonreír constantemente.
- Y tener unos movimientos pausados, comunicando que no tienes prisa ni urgencia.
Son 3 aspectos que pueden hacerte ser percibido con varios puntos de atractivo por encima.
Temas de conversación para la primera cita
El 90 % de los hombres hacen la cita aburrida por una razón: la convierten en un interrogatorio.
“¿A qué te dedicas?” “¿Tienes hermanos?” “¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?”
Eso no genera conexión ni atracción. Eso genera una conversación plana y lógica que hace que la chica empiece a preguntarse qué narices hace allí.
En lugar de eso, busca una conversación emocional, no lógica.
Y elige temas que despierten curiosidad, humor o atracción.
Por ejemplo:
- Cuenta historias de viajes, anécdotas curiosas o decisiones locas que hayas tomado.
- Dirige el tema hacia conversaciones sobre gustos poco comunes o experiencias únicas.
- Introduce algún juego ligero con alguna pregunta trascendental tipo: “Si pudieras elegir, qué superpoder tendrías y por qué”.
Recuerda: el objetivo no es impresionar sino crear una experiencia en la que te lo pases bien y os divirtáis.
Y esto solo ocurrirá si tú disfrutas hablando con ella en lugar de estar pendiente de “caerle bien”.
Y si te quedas sin ideas, siempre puedes revisar algunos temas para hablar con una chica en la primera cita.
Con esto pasamos a un tercer punto importante: los silencios y las tensiones.
Cómo manejar silencios y tensiones
Los silencios no son tu enemigo.
Son el campo donde se crea la tensión sexual.
Los hombres inseguros no pueden sostener la incomodidad de los silencios y los llenan con palabras.
Los hombres atractivos y con control los usan a su favor.
- Mantén la mirada.
- Sonríe levemente.
- Y cambia de tema con calma.
No huyas del silencio; domínalo y juégalo a tu favor.
Porque en ese silencio ella está evaluando algo más importante que tus palabras: tu marco.
Bien. Aclarada la parte táctica de la cita, hablemos ahora de la parte estratégica:
¿Qué actividades hacer en tu primera cita? (Y qué NO hacer)
Empecemos primero con lo que NO hacer.
Hay demasiada basura circulando en internet sobre cómo debería ser una primera cita.
Si buscas en YouTube, verás a decenas de “coaches de seducción” vendiéndote fórmulas mágicas, tiempos exactos o planes milimétricamente diseñados para “dejarla con ganas de más”.
La realidad es que todo eso son recetas inútiles que asumen que puedes aplicar una plantilla genérica a cualquier cita.
Vamos a tumbar dos de los mitos más comunes de la seducción clásica acerca de las citas:
El mito de las citas express.
Durante años se ha repetido la idea de que la cita ideal debe durar 40 o 60 minutos como máximo.
El argumento es que así “la dejas con ganas de más”, “muestras que no estás necesitado” y “subcomunicas que eres un hombre ocupado”.
Pero déjame decirte algo:
Esto no tiene ningún sentido.
Porque el tiempo es una variable que no nos dice nada acerca de lo bien o mal que puede ir una cita.
El interés femenino, sin embargo, sí lo es.
Por tanto:
Si estás con una mujer que tiene un interés bajo o nulo, claro: vete en 30 minutos.
No inviertas energía en algo muerto desde el inicio.
Pero si estás con una mujer que sí tiene alto interés, cortar la cita en el mejor momento es la idea más absurda que puedes cometer.
Es como tener a un cliente con la tarjeta en la mano y decirle:
“No, no me compres nada, vete y mejor vuelve mañana.”
¿El resultado?
Probablemente pierdas la venta.
Y en este caso, pierdas la oportunidad de conectar de verdad con esa mujer.
Así que olvídate de reglas estúpidas que no tienen sentido.
No busques “demostrar” que eres un hombre ocupado o no necesitado.
Es más simple que eso:
- Si la cita va bien y puedes avanzar, hazlo. Y si eso implica una cita de 10 horas pues OK.
¿Qué más te dá si estáis los dos cómodos y la cosa está yendo a más?
- Y si la cosa se estanca o la chica no tiene interés suficiente: asegúrate primero que sabes cómo levantar el nivel de interés y que has intentado generar esa atracción.
Y si, aún así, no la ves en la misma página que tú: eres libre de irte.
Tan simple como eso.
El concepto “multicita” y por qué hoy ya no funciona igual.
Otro mito heredado de la seducción clásica es el de la “multicita”.
La teoría decía que debías planear acudir a varios entornos distintos en una misma cita para crear una sensación de conexión más fuerte.
Además, te decía que tu cita debía involucrar actividades que:
- Te gustaran.
- Implicaran cierta montaña rusa emocional combinando planes tranquilos y planes “moviditos”.
Y ojo: esto tiene cierta base científica, en parte:
Estudios en psicología social (como el famoso experimento de Dutton y Aron de 1974) demostraron que compartir distintos entornos en poco tiempo puede generar una sensación de “confianza y familiaridad acelerada” entre dos personas.
Hasta ahí, todo bien.
Pero estamos en 2025, no en 2006.
Y el contexto ha cambiado radicalmente.
Hoy, las mujeres están sobresaturadas de atención masculina.
Tienen decenas de hombres invitándolas a planes, cenas y experiencias cada semana.
Lo que antes para una mujer podría significar “estoy enamorándome de la maravillosa experiencia que este tío me está preparando”…
Hoy simplemente significa “este tío es un simp que no moja ni con escopeta, voy a aprovecharme de este pardillo y a marearlo y orbitar para que me entretenga un rato mientras me acuesto con el bad boy que pasa de mi cara”.
Por eso, citas demasiado elaboradas te colocan automáticamente en la categoría de hombre necesitado.
El tipo que intenta comprar su validación con esfuerzo, tiempo o dinero.
Además, seamos realistas:
En la actualidad, para encontrar una relación que merezca la pena tendrás que conocer a decenas de mujeres. Necesitas muchos más impactos.
Me explico.
¿Con cuántas mujeres crees que se ha acostado tu padre en toda su vida? ¿Y tu abuelo?
Probablemente sea un número bastante inferior a 10, a 5 o, en muchos casos puede que sean entre 2 o 3 mujeres porque desde los 18 años que empezó a salir con tu madre, aún siguen juntos.
Y ahora te pregunto:
¿Con cuántas mujeres diferentes crees que hablarían? Probablemente, pocas.
Sin embargo, a día de hoy necesitas hablar con decenas de mujeres sabiendo que:
- Un % de ellas no llegará a nada.
- Otro % de ellas llegarán a algo más y sólo para acabar más tarde.
- Y un pequeño % de ellas cuajarán en algo más largo placista.
¿Justo? ¿Injusto?
No lo sé. Yo no me he inventado las reglas pero simplemente son los efectos:
- de una sociedad que persigue la gratificación instantánea,
- de una generación que ha nacido conectada a una pantalla y
- de unas redes sociales que han moldeado la forma en la que nos relacionamos.
Por tanto:
Tener citas tan “elaboradas” no tiene sentido porque te van a ver como un entretenimiento y porque vas a gastar mucho tiempo y dinero en vano porque un alto porcentaje de las chicas con las que te cruces no llegarán a nada o no querrás que llegue a nada.
En lugar de eso, configura tus citas de forma que el núcleo de la cita sea “una excusa para conocerse” en lugar de un plan mega elaborado.
¿Ejemplos?
Cita corta con plan espontáneo.
Empezar con un café o una copa y, si todo fluye, proponer dar un paseo por algún sitio con ambiente.
Esta “extensión natural” crea la sensación de aventura sin forzar nada.
Actividades con movimiento.
Caminar, ver una exposición, pasear por una feria o visitar un mercado te permiten crear ritmo y naturalidad.
Los cambios de entorno mantienen la energía viva y evitan momentos muertos o que te apalanques.
Planes que vas a hacer de todos modos.
Otra opción es invitarla a acompañarte a algo que tú ya fueras a hacer de todos modos.Esto genera una dinámica en la que ella es una invitada a tu realidad.
¿Cómo saber si la cita va bien?
Las señales son simples. Y, a veces, algunas actitudes sutiles encajan con cómo disimula una mujer que le gustas sin mostrarlo.
Sin embargo muchos hombres ignoran lo básico como que:
- Ella mantiene contacto visual prolongado.
- Se ríe o juega con el pelo mientras te escucha.
- Inicia contacto físico leve (roza tu brazo, se acerca más al hablar).
- Propone o acepta alargar la cita.
- Y muestra curiosidad genuina sobre ti (es decir, no se limita sólo a responder.
Y lo más importante: tú también te sientes cómodo y en control.
Si sales con la sensación de que “todo fluyó” y no sentiste que tu energía se drenara, es una muy buena señal.Si, en cambio, sales agotado o confundido, probablemente te pasaste persiguiendo validación o hubieran muchas señales que pasaste por alto.
Preguntas frecuentes
A continuación vamos a responder algunas de las dudas comunes que más me he encontrado en mis programas y mentorías.
¿Qué no contar en una primera cita?
Básicamente, evita todo aquello que te coloque en posición de vulnerabilidad, victimismo o de justificación.
Hablo de cosas como:
- Dramas con ex parejas o problemas personales.
- Cuánto ganas, qué coche tienes o tus logros como dándote autobombo.
- Opiniones extremas o quejas de política o situaciones sociales que implican ideologías.
La primera cita no es para mostrar tu currículum ni para mantener una conversación en la que le demuestras lo mucho que sabes de política, economía o relaciones.La primera cita es para crear tensión, diversión y curiosidad.
¿Está bien besarse en la primera cita?
Esto depende del contexto, no de una regla.
Si hay conexión, contacto físico y tensión, no hay motivo para no hacerlo.
Si notas que ella responde bien a tus miradas y se queda cerca, el beso será una consecuencia natural.
Para ello es importante prestar atención a su lenguaje no verbal.
Sin embargo…
Si notas que la energía no está lista, no fuerces.
Evita “ir a por el beso a toda costa” y céntrate en crear el ambiente para que el “momento lo pida”.